Cetreros Por Un Día
De la mano de nuestros amigos Julio y Miguel Ángel nos hemos metido de lleno en el arte milenario de la Cetrería.
Al parecer sus orígenes se remontan a la antigua China hace miles de años y posteriormente en el mundo occidental se empezó a difundir en la Edad Media, por eso nos suena tanto de haberlo visto en decenas de películas ambientadas en esa época.
Las aves rapaces son adiestradas para cazar y ser fieles al adiestrador en instrucciones y órdenes.
Ha sido fascinante comprobar todo lo que son capaces de hacer, seguir su vuelo en altura y su delicado regreso a pesar de su volumen, fuerza y peso.
Todos nos hemos contagiado de la pasión y respeto con la que nos han contado cada detalle y nos han realizado diversas exhibiciones. ¡Se nota que están encantados con su profesión!
Los más peques estábamos en un inicio impresionados, pero hemos ido perdiendo el miedo hasta el punto en que tocar las plumas de los búhos nos ha emocionado, ¡qué ternura de aves!
Nuestros monitores también se han atrevido a sujetar y acariciar ellos mismos a las aves. ¡Son unos valientes!
Todos los niños de infantil preguntamos con mucha curiosidad un montón de dudas, desde qué es un depredador hasta la razón de que las hembras sean de mayor tamaño que los machos, ¡son ellas las que vigilan el territorio mientras ellos cazan!
Nos hemos llevado una gran sorpresa cuando nos han contado que provienen de los dinosaurios y han llegado hasta nuestra época.
Al final nos quedamos boquiabiertos cuando Julio tiró un señuelo al suelo, como si fuera una presa, y rápidamente el águila se lanzó a cazarlo.
Los alumnos mayores de primaria nos animamos a ponernos el guante y sujetar con fuerza algunas aves sobre nuestro antebrazo y puño. ¡Es una sensación plena y muy especial al sentir la interacción entre el humano y el animal!, en breves segundos, se siente armonía, excitación y respeto.
Nos quedamos con una sensación enorme de vivir, dentro del espacio de un colegio, un viaje que nos ha trasladado al mejor de los momentos de la Edad Media. Solo nos han faltado los disfraces para ambientar todo como la ocasión lo merece.
Volvemos a casa con una experiencia única que va a ser muy difícil de contar con palabras. Quizá tengamos que hacer un maravilloso dibujo para poder expresarlo.
Seguro que esta noche vamos a tener unos sueños llenos de grandes aventuras cetreras.
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