Mantendremos contacto a diario
La historia se repite, el tiempo pasa deprisa y nos encontramos de nuevo cubriendo la gran noticia: el tan deseado Viaje a Portugal.
Nuestros chicos de 1º de bachillerato, siempre alegres, siempre activos, han ido remando a lo largo de curso hasta llegar a su tan esperado “Festival”, la antesala del no menos deseado viaje fuera de nuestras fronteras, una escapada de ensueño con dos de los más queridos profesores que les vigilarán de cerca, les otearán de lejos, pero sobre todo disfrutarán con ellos en un viaje ESPECIAL e INOLVIDABLE.
Mantendremos contacto a diario para saber de sus siempre divertidas andaduras y no perdernos nada de lo que allí suceda.
¡Pasadlo muy bien! Desde aquí, con envidia sana, os acompañamos siempre.
Día 28. Salimos de regreso ¿hay alguien despierto_
Y llegó el último día.
Si habéis seguido leyendo hasta aquí, es porque os ha gustado esta hoja de ruta que con tanto cariño hemos hecho. Pero aún nos quedan los últimos detalles…
Nuestra primera parada ha sido Évora a la que no hemos prestado toda la atención que merece, ya que vamos con el tiempo más medido que nunca, pero la típica Bifana ha sido la toma de fuerzas para llegar a hacer dos paraditas más en Extremadura y, finalmente, Punta Galea.
La semana se nos ha hecho muy corta, estamos muy contentos después de haber cumplido este sueño que tanto hemos esperado y deseado.
Ha sido un largo viaje de regreso del que la mayoría no ha sido consciente, hemos caído uno tras otro en brazos de Morfeo y los pocos que han quedado estaban un poco en modo… zombies, ¡sospechamos que solo los profes, que siempre andan en vela, siguen en vela, vamos que son incombustibles!
Otro gran recuerdo para todos en nuestra experiencia personal y en el álbum de fotos.
Los profes nos han confesado que vernos disfrutar juntos es un privilegio que compensa cualquier pequeño mal rato, ¡con lo angelitos que somos, qué cosas dicen!
Y la verdad sea dicha que, aunque nos dan algún que otro disgusto, viajar con estos dos profesores, compartir experiencia y conocernos más fuera del colegio, ha logrado que los llevemos en un rinconcito de nuestros corazones.
¡Y esto es todo amigos, fin de la aventura!
Imágenes del día 28:
Día 27. Sintra, Cascais y Estoril – Cerrando circuito
De aventura en aventura, los días se han precipitado unos sobre otros y nos llevan al final de este circuito por nuestro país vecino.
Sin apenas darnos cuenta hemos llegado al penúltimo día. La primera visita fue a la villa de Sintra dentro del distrito de Lisboa, reconocida como Patrimonio de la Humanidad donde nos empapamos de su cultura visitando la Quinta da Regaleira y si bien el Palacio da Pena es el más conocido, pudimos observar que hay una decena más de ellos repartidos entre todas sus calles.
El litoral nos ha ofrecido una formación de acantilados erosionados con la fuerza del Atlántico llamado la Boca del Infierno, un lugar excepcional donde realizar unas fotos panorámicas espectaculares.
Cascais nos esperaba para comer y reírnos a carcajadas cuando alquilamos unos patinetes eléctricos con los que dar unas vueltas por el paseo marítimo para disfrute de los transeúntes entre los que no pasamos desapercibidos.
La verdad es que el día ha lucido espléndido, lleno de sol y playa, también de mucho calor, por otro lado lo que ha invitado a un refrescante baño en las playas de Estoril tras ver el casino mundialmente conocido y que recordaba a alguna de las películas de James Bond en su elegancia y puesta en escena.
El paso por el hotel nos estaba recordando que la noche portuguesa nos despediría para regresar a casa al día siguiente, pero…eso ya sería mañana. Por el momento solo pensamos en estirar la noche todo lo posible porque el viaje bien está mereciendo la pena.
Imágenes del día 27:
Día 26. Lisboa y Belem – Estos profes… (V)
Anoche, cuando nos fuimos a dormir, ya éramos conscientes de que hoy, tendríamos para nuestro disfrute toda una ciudad y el día iba a ser intenso, muy intenso, a la par que divertido.
Ya tenemos experiencia en los desayunos mientras aún están encendiendo la luz en las farolas de la ciudad, las carreras para estar todos listos a tiempo porque el bus nos espera y la guía está preparada luciendo su más perfecta sonrisa y paciencia para descubrirnos toda una suerte de rincones donde hacernos fotos, selfies, hacer corrillos, reírnos y soñar despiertos.
Del Monasterio de los Jerónimos de Belem a los jardines de Eduardo VII, cada uno de los lugares más emblemáticos de nuestro paseo nos han ofrecido unos momentos inolvidables gracias a la temperatura tan increíble que nos ha hecho.
Hemos podido elegir entre callejear y comer en el centro de la ciudad o ir al Estadio del Sporting Club de Lisboa. En la diversidad está el gusto.
Cansados, alegres e ilusionados buscamos el intervalo de descanso hasta la cena tras la que celebrar el ritual de ponernos especialmente guapos para salir y encontrar los más hermosos fados de la capital lusa, la luz de sus calles y el maravilloso ambiente de plazas y calles.
Salimos con hora limitada, los polisprofes esperan inflexibles y ya les estamos oyendo, antes de nuestro regreso, hablar del escándalo que montamos por las noches, … ¡ayyyy!, estos profes…, ¡necesitan un merecido descanso!
Nosotros soñaremos esta noche con Lisboa, una ciudad llena de arte y cultura, de colinas desde donde embelesarse ante rojos atardeceres, de barrios de gente y costumbres, de músicas cuyo ritmo se contagia y te acompaña; ¡necesitaríamos una semana entera para disfrutarla!
Imágenes del día 26:
Día 25. Fiesta En Portugal (IV)
Festivo en Portugal, una sensación distinta porque dejamos de ser viajeros entre otros viajeros en ciudades con sus rutinas del diario. Y por el contrario que nos vemos inmersos con todo el mundo yendo de un lado a otro, en continuo movimiento.
A pesar de despertarnos un poco cansados – ya notamos el paso de los días-, cogimos fuerza con el desayuno y rápidamente fuimos rumbo a Nazaré, un poco con la intención de adelantarnos a los demás en el descubrimiento de nuevos lugares.
En nuestra primera parada todos estábamos pidiendo que nuestros móviles tuvieran una buena capacidad para albergar tooooodos los vídeos y fotos que necesitábamos hacer desde el mirador de Nazaré.
¡Qué increíbles vistas de la playa y del pueblo! Son escenas de película que no puedes dejar de admirar y qué mejor que ser protagonistas en esos lugares. ¡Allá que fuimos! Teníamos que pisar la playa de Nazaré.
Hacía un tiempo perfecto por lo que un chiringuito cercano nos llamó a disfrutar del sol y el mar. Un buen lugar para apreciar que nuestro entorno, con sus tradicionales barracas con rayas de colores brillantes, estaba integrado en el casco urbano del pueblo en perfecta sintonía.
Nos encantó el ambiente familiar y tranquilo. Una delicia para disfrutar, por poco tiempo, eso sí, porque Óbidos nos esperaba con más sorpresas. Si bonito era lo que vimos, lo que venía a continuación completaba la sensación de plenitud.
Óbidos, una villa histórica llena de encanto e historia, con sus casas tradicionales, pequeñas tiendas locales, bonitas calles empedradas y un imponente castillo medieval. Y, por si fuera poco, como toque sublime, disfrutamos de una auténtica y deliciosa pizza napolitana.
El gran cambio lo vivimos al llegar a Lisboa, ciudad cosmopolita, abierta y amable, donde nos permitimos, antes de cenar, dar un paseo tranquilo donde irnos empapando del ambiente lisboeta, recorriendo callejuelas, oyendo los atractivos acordes de los fados, sintiendo el latido de la ciudad en una noche perfecta, saltando de calle en calle aunque el descanso ya nos reclamaba desde nuestro hotel.
Tanta aventura demanda recuperar fuerzas, mañana nos toca seguir de aventura.
El sueño nos llegó pronto a todos.
Imágenes del día 25:
Día 24. Un Nuevo Día, Tres Ciudades (III)
¡Coimbra, Leiria y Alcobaça a la vista! El día promete movimiento y acción.
Pues sí, queridos lectores, esta vez el tiempo ha sido muy agradable, lo que nos ha permitido disfrutar de estas bonitas ciudades llenas de historia y cultura.
Hemos tenido una guía en Coimbra que nos ha explicado durante el trayecto en el autobús y posteriormente mientras andábamos, toda la historia, las tradiciones más comunes y conocidas de la ciudad, y muchas anécdotas de interés. Especialmente nos fijamos en la Universidad de Coímbra, famosa por sus hermosas fachadas y sus estudiantes, que iniciaron la tradición de portar capas oscuras llamadas praxes. Debe ser que ya estamos cerquita de estudiar en la universidad porque pusimos mucho interés y nos imaginamos pisando los campus de distintas facultades.
A la hora del tiempo libre para comer se nos ha presentado la oportunidad de probar platos y postres típicos de Portugal como ovos moles, tartas de Belem junto con las famosas francesinhas. ¡Hemos dado buena cuenta de todo sin ningún atisbo de cargo de conciencia! ¡Para comer en el comedor del colegio siempre queda tiempo, ahora tenemos que degustar todo lo que nos ofrezcan, sin remilgos!
Leiria nos sorprendió por su castillo. El primer Rey de Portugal lo hizo construir para defender su frontera de los árabes. Tras la Reconquista el castillo perdió importancia, pues ya no se necesitaba y terminó en ruinas. Años más tarde se enfrascaron en la tarea de reconstruirlo, brindando así la oportunidad de visitarlo y subir hasta la parte más alta, donde sorprenden las espectaculares vistas de toda la ciudad.
La noche nos esperaba en Alcobaça donde el hotel ofrecía desde nuestras habitaciones las mejores vistas de la primera obra gótica construida en Portugal, el Monasterio de Alcobaça.
Con el día acabado, todos terminamos cansados, pero satisfechos. Una jornada más, volvimos a repartirnos, hubo quienes prefirieron explorar Alcobaça tras la cena y quienes sucumbieron a la necesidad de descansar y soñar plácidamente.
El descanso reparador da la tregua para recuperar las ganas de descubrir lo que nos deparará un nuevo amanecer con sus historias y secretos de Portugal.
Hasta mañana, esto nos está gustando y mucho. De momento ganas de volver… no tenemos muchas…
Imágenes del día 24:
Día 23. ¡Que La Lluvia No Nos Pare! (II)
Amanece con lluvia, el cielo con nubes grises muy cerradas y el día, intuimos que no va a lucir a pesar de todos aquellos rincones de Oporto dignos de admiración.
A pesar de ello, lo bucólico del día nos ofrece una ciudad amable, de sensaciones variopintas y con muchos momentos para compartir y sacarles todo el partido posible.
¡Nos sentimos viajeros, que no turistas!
Hemos ido a la playa de Matosinhos; el tan cercano atlántico nos recuerda que para los antiguos, la Tierra terminaba en sus lindes formando una enorme cascada por la que los navíos se precipitaban sin remedio.
Observar la desembocadura del río Duero y su amplio estuario, cuya ribera de Riva de Gaia está catalogada como Reserva Natural Do Douro, nos ha acercado a la Naturaleza aún estando, a la vez, en pleno pulmón de la ciudad.
No nos hemos quedado impasibles ante el edificio del Palacio La Bolsa, sede de la Asociación Comercial de Oporto o la famosa librería Lello e Irmão que inspiró la recreación de la librería ficticia del callejón Diagon (Harry Potter).
Poco después, nuestro recorrido nos llevó a admirar los puentes que dotaron de comunicación a ambas orillas del río y cuya arquitectura corresponde a la escuela y estudio de Gustave Eiffel.
¡Qué bonita estación de tren de São Bento!! ¡Qué llamativos los azulejos, tan azules!
La tarde tuvo dos momentos y dos grupos, aquellos que decidieron visitar el estadio de fútbol Do Dragão y los que pensaron que un agradable paseo a lo largo del río, nos traería un nuevo atardecer para nuestro álbum de los recuerdos.
Esperamos y deseamos que el nuevo amanecer nos traiga sol y nos ilumine el día. Aunque ya veréis en los vídeos que sacamos el humor y la creatividad, pase lo que pase.
¡Ya os contaremos!
Imágenes del día 23:
Día 22. La Aventura comienza. (I)
Resulta increíble, pero ha pasado un año. Fue un viaje realmente especial, de esos que uno lleva siempre en su corazón. Hoy don Iñaki y yo, Mercedes, estamos aquí de nuevo, con la misma ilusión y sintiéndonos privilegiados por formar parte de esta experiencia tan esperada por los estudiantes de 1º de Bachillerato.
A las ocho de la mañana hemos salido hacia Ciudad Rodrigo, donde al llegar, hemos recorrido esas calles llenas de encanto que nos hacen remontarnos a tiempos pasados.
Hemos continuado hasta Aveiro, la conocida Venecia portuguesa, donde después de comer nos hemos subido al típico moliceiro: un barquito en el que hemos recorrido la ciudad. Muy, muy agradable y con muchas risas de alegría y complicidad. ¡ Esto pinta muy bien !
Finalmente, Oporto. Son las 24:30 horas. Ha sido un día muy largo. Ha sido un gran día. Nos hemos reído mucho, algunos han cantado, otros han bailado… Os dejo unas muestras. Ya lo veis. Desde luego que ha sido un gran día.
Buenas noches y hasta mañana, ahora toca descansar y retomar fuerzas, las necesitaremos.
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