1er Comunicado_
COMUNICADOS de nuestros alumnos, hasta su regreso “los portugueses”, quienes nos mantendrán al día de sus andanzas por tierras lusas.
¡Vamos a seguirles de cerca!
Eran las ocho de la mañana y ya estábamos rumbo a Oporto. El viaje, como todos, se hizo un poquito pesado, aunque por suerte paramos en Ciudad Rodrigo, una preciosa ciudad que se encuentra en la frontera entre Portugal y España.
Pasamos un ratito investigando la zona y haciendo fotos. Algunos incluso consiguieron jugar al fútbol con algunos chicos que acababan de conocer.
Después de ese receso volvimos al autobús, aunque el trayecto que hicimos fue breve porque esta vez paramos para comer en Viseu y tener un poco de tiempo libre.
A pesar de las malas expectativas de temperatura, el sol siempre estuvo presente.
Disfrutamos de un parque estupendo donde sentarnos y relajarnos, pasear y comentar las primeras sensaciones de esta aventura tan soñada. Y cuando menos lo esperábamos, la llamada de regreso al vehículo viajero, nos indicaba que era hora, ahora sí, de ir derechos a Oporto donde nuestro destino nos esperaba.
El hotel en el que nos hospedamos es maravilloso: vistas al río Duero, habitaciones increíbles, buena comida, un lugar muy tranquilo. Ver el río Duero puede que sea una de las mejores experiencias que tengamos a lo largo de este viaje.
El segundo día nos levantamos para desayunar y continuar el día con una visita guiada. Esta visita fue muy interesante, siempre se aprende mucho y hacerla tanto en bus como andando fue muy buena idea para poder ver más lugares de la ciudad en menos tiempo.
En esta visita vimos por ejemplo la playa Castelo do Queijo o el parque Gaia. Luego, tras la visita, tuvimos la tarde libre y fue de lo mejor del día, tiempo libre para poder ver más lugares de la ciudad por nuestra cuenta como la catedral, recorrer un típico mercadillo al lado del río Duero y cómo no, probar platos típicos como la francesinha. Nos deleitamos con la puesta de sol desde lugares impresionantes como el mismo parque de Gaia o uno de los espléndidos miradores que hay en la ciudad.
Papás, mamás, ¡esto es maravilloso!
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